En busca de la zapatilla perfecta

Antes de hacer ejercicio es importante elegir bien la ropa que vamos a utilizar en función del deporte que vayamos a practicar. En el caso del calzado, sucede lo mismo. Debes elegir un zapato o zapatilla cómoda, de suela flexible para que el pie haga todo el juego durante tus impulsiones. Busca una suela no deslizante, especialmente en días de lluvia o caminos no asfaltados, que sea completa y te sujete bien todo el  pie.

No debes utilizar las zapatillas que haya usado otra persona, ya que la pisada deforma rápidamente el calzado. ¡Cada uno moldea los zapatos según su apoyo! Tampoco estrenes zapatillas en un entrenamiento demasiado intenso o largo, porque podrían aparecer rozaduras y ampollas en los pies, que te impedirían continuar con el ejercicio. Recuerda llevar siempre calcetines para hacer deporte.

Si tu objetivo es correr, deja que te aconsejen bien sobre el tipo de zapatilla de running que debes utilizar. Según sea tu forma de pisar (pronador, si desgastas más la parte lateral de la zapatilla o supinador, si desgastas la parte interna del talón), según tu peso (la zapatilla será más completa y de mayor amortiguación si tu peso es mayor), según el tipo de terreno por dónde vas a correr, según tu sexo podrás encontrar zapatillas especiales para la horma de mujer…  Y, sobre todo, ¡no te dejes llevar por los colores o las formas y pide ayuda para elegirlas! ;)

En el mercado existen multitud de marcas que han perfeccionado su propio sistema de amortiguación e impulsión, que son realmente eficaces y te pueden ayudar mucho en casos de lesiones, dolores de espalda o a hacer más intenso el trabajo en glúteos y piernas.

Para saber si el nº de calzado es el adecuado, haz esta sencilla prueba: de pie, intenta colocar un dedo por detrás de tu talón. Es correcto, si el dedo entra fácil, pero no holgado.

¡Ahora ya estás preparada para encontrar el mejor calzado para hacer deporte! :)